¡Volvemos de nuevo con más ganas que nunca! Y lo hacemos en el día de la Natividad de María Santísima. Por eso mismo, queremos dedicarle estas primeras líneas a nuestra Bendita Madre, la Santísima Virgen María, con motivo de la celebración de su nacimiento. ¡FELICIDADES! Gracias por estar siempre presente en nuestras vidas, por ser la luz que nos guía y aurora de la mañana. Gracias por existir, Madre. Y por continuar a nuestro lado. Pronto te veneraremos a través de un nuevo rostro doloroso, y estamos seguros, de que nos volverás a cautivar, como haces siempre. No hay mejor regalo que nuestra entrega más sincera y la promesa de ofrecerte días de amor y veneración durante toda nuestra vida.
Que la Santísima Virgen, bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, nos de fuerzas para seguir adelante y celebrar todos los años el 8 de septiembre junto a Ella y su Divino Hijo.
Pasión en Baeza
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