miércoles, 18 de diciembre de 2013

ARTE: Análisis del Cristo del Gran Poder, Sevilla


Foto y texto de JOSEP CAMACHO

Una de las imágenes más importantes de toda la historia es el ‘Jesús del Gran Poder de Sevilla’, una escultura que pertenece al periodo conocido como Barroco Español y que sale en procesión durante la Semana Santa de Sevilla.
Antes de pasar a analizar la obra del artista Juan de Mesa, introduciremos el periodo histórico en el que se ubica y sus principales características.
El Barroco es un periodo que se caracteriza por el realismo. Frente a los modelos idealizados de la Antigüedad, España torna a lo que le es más entrañable, es decir, a ese realismo que vemos como denominador común en todos sus tiempos. La temática queda fijada por quien es casi el único cliente: la Iglesia. Durante esta época, la escultura aparecerá exenta y rara vez con bajos relieves. Cada vez existen más esculturas independientes.
Con todo ello, existe una diferencia entre la escuela castellana y la andaluza. Ambas escuelas son realistas, pero mientras la castellana se puede decir que es hiriente, con el dolor o la emoción a flor de piel, la andaluza es sosegada, buscando siempre la belleza correcta.
El conjunto está dividido en dos partes: el paso y el Cristo.
El paso es de estilo barroco bañado en oro. Su autor es Francisco Ruiz Gijón y lo realizó entre 1682 y 1692. Está rodeado por cuatro faroles grandes de plata, obra de Rafael León en 1908. Los faldones están bordados con oro y seda. Fue restaurado en el año 2011.
Por otro lado, el Señor lleva una túnica morada lisa que simboliza la pasión y el dolor. Se representa camino del Calvario cargando con la cruz. Jesús del Gran Poder de Sevilla es representado con la cruz al hombro de camino al Calvario. Fue tallado en madera policromada en 1620 para la cofradía del Traspaso de Sevilla por Juan de Mesa y tiene una altura de 1,81 cm. Tiene talladas la cabeza y la corona de espinas, las manos y parte de las piernas junto con los brazos, codos y hombros articulados. Se representa con la actitud de caminar con el pie izquierdo, dando una gran zancada, por eso cuando el paso camina al ritmo de los costaleros, parece que el propio Jesús esté andando. La cabeza y el cuerpo se inclinan al lado contrario del que porta la cruz.  Muchos aluden a que el Jesús del Gran Poder de Sevilla está influenciado por el Jesús de la Pasión de Martínez Montañés.  Juan de Mesa crea una figura que sobrepasa la realidad, con un enorme expresionismo. Inspira compasión por su rostro desfigurado, sobrecogedor. La corona de espinas está tallada en el mismo bloque que el cráneo. Se encuentra ciñéndole la frente, las sienes y los cabellos. Si nos fijamos bien, se puede ver una espina perforando la ceja. Las manos cubiertas en sangre sustentan una pesada cruz. Los ojos tienen forma almendrada con la dirección hacia abajo. Por último, tiene la boca entreabierta como echando el último aliento. Se ve a un Cristo envejecido por el dolor, cumpliendo su objetivo principal que es conseguir desatar un cúmulo de sensaciones en los fieles.
Sale en procesión por las calles de Sevilla realizando estación desde su sede habitual hasta la Santa Iglesia Catedral en la madrugada del Viernes Santo de la Semana Santa Sevillana. Se considera uno de los momentos más esperados de toda la Semana Grande. Muchas son las personas que esperan largas horas de pie con la esperanza de verlo.  El Cristo del Gran Poder es, sin ninguna duda, la mejor obra barroca que ha llegado hasta nuestros días por su composición, simbolismo y significado.

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